TALLER DE ESCRITURA - EL TEXTO NARRATIVO
Hay cinco modos fundamentales de ORGANIZAR nuestros discursos orales o escritos: descripción, narración, explicación (exposición), argumentación y diálogo. Cada uno de ellos tiene una estructura o esquema característico. Normalmente en un texto mezclamos varias estructuras pero una de ellas predomina sobre las demás.
La narración es una de las formas que más utilizamos para organizar (estructurar) nuestros discursos. Narramos cuando relatamos una anécdota, cuando comentamos lo que hicimos durante el día, cuando le contamos a un amigo(a) la película que vimos, etc. Somos, pues, narradores experimentados.
La estructura de una narración se puede comparar con lo que hacemos al atravesar una colina: partimos de su base y subimos hasta llegar a la cima; luego, descendemos hasta llegar al otro lado de la base. En este desplazamiento nuestro estado cambia, por mínimo que sea ese cambio estaremos más agitados, tendremos más minutos u horas en edad, quizás estaremos satisfechos por haberlo logrado, en fin. Lo innegable es que, a medida que transcurre el tiempo, las situaciones que vivimos nos van transformando.
[GRÁFICO QUE ILUSTRA LA ESTRUCTURA NARRATIVA. VEÁSE DIRECTAMENTE EN EL DOCUMENTO IMPRESO]
Del mismo modo, al narrar emprendemos una aventura con el lenguaje. Lo que contamos descubre un mundo construido a través de una sucesión de acciones que se transforman; hechos vividos por personajes reales o imaginarios, en un cierto período de tiempo, que los transforman. Las situaciones y los personajes pasan de un estado inicial a un estado final.
Nuestro conocimiento acerca de la forma o el modo en que está organizado el discurso narrativo facilita nuestra comprensión de este tipo de textos y, por supuesto, nos permite confrontar la tarea de su escritura con mayores posibilidades de éxito.
Para escribir un texto narrativo podemos seguir un plan bastante sencillo:
1. Plantear una situación inicial donde se caracterizan los actores y las propiedades que enmarcan el relato (tiempo, lugar y otras circunstancias propias de la situación).
2. Idear una complicación de la situación que modifique el estado precedente o situación inicial y desencadene el relato.
3. Proponer una reacción a la complicación que modifica el estado inicial; una reacción que gradualmente lleve la historia hasta un punto crítico o clímax (lo que conocemos como "nudo").
4. Generar una resolución para la nueva situación creada; es decir, introducir un nuevo elemento que modifique la situación crítica producida por la reacción.
5. Conducir la historia hacia una situación final, en la que se establece un estado nuevo y diferente del primero.
Estas partes que conforman la estructura del texto narrativo pueden aparecer en diferente orden, siempre y cuando sepas manejar el tiempo para mostrar qué ocurrió antes, qué ahora y qué después; como en el relato de la historia de Rosario Tijeras ¡Recuerdas? Su autor, Jorge Franco, empieza por la última parte de la historia pero sabe explicarnos lo que ocurrió antes, sin confundirnos. De ahí la importancia de utilizar correctamente los elementos anafóricos y los elementos catafóricos, para que puedan cumplir su función de relacionar las ideas del relato en forma adecuada.
También debes tener en cuenta, a lo largo de todo el proceso, que el relato debe ser guiado por un propósito de fondo que le dé sentido a todo el relato. Tal vez pretendamos conmover con la soledad de un personaje ficticio, que puede ser la de muchos seres reales, plasmar algún problema social que nos preocupa, abordar algún conflicto frecuente en las familias, reflejar dudas y angustias que enfrentamos en la cotidianidad, contagiar la felicidad que emana del amor, destacar el valor de la solidaridad, etc.
ACTIVIDAD:
Construye un texto narrativo a partir de la situación inicial que se propone a continuación:
Imagina una persona, cualquier persona. Piensa en su cuerpo, en la ropa que usa, en su cabello; si quieres también en su rostro. ¿Qué tiene de característico esa persona?, ¿qué es lo que lo define ante los demás?, ¿cómo lo describirías? Ahora mira que ese cuerpo camina. Imagina un lugar por donde camina. No hay gente a su lado. ¿A dónde se dirige?, ¿lo sabes? Entonces esa persona va hacia ese rumbo. ¿Por qué se dirige a ese lugar?, ¿qué es lo que lo motiva? Permite que camine sin que sepa que lo estás viendo y cuéntanos. ¡Anda, acércate!, te aseguro que no puede verte. ¿Qué sucede?, ¿Las cosas cambian?...
Este es un grupo de conectores, agrupados por semejanza semántica (de significado), que pueden servirte para vincular oraciones y párrafos en este ejercicio de redacción:
- CONECTORES TEMPORALES: Un día, al poco rato, por la tarde, al instante, una hora después, al día siguiente, más tarde, ahora, instantáneamente, de repente, posteriormente, etc.
- CONECTORES ORDINALES: Primero, entonces, después, a continuación, antes, luego, por último, etc.
- CONECTORES DE ADICIÓN: También, además, incluso, por otra parte, etc.
- CONECTORES DE OPOSICIÓN: Pero, sino que, no obstante, en cambio, sin embargo, por el contrario, etc.
- CONECTORES DE CAUSA: Porque, ya que, puesto que, pues, etc.
- CONECTORES DE CONSECUENCIA: Así que, por lo tanto, por consiguiente, así pues, etc.
Prosopografía Es la descripción de los rasgos físicos de la persona, de su apariencia externa.
Etopeya Es la descripción de rasgos psicológicos o morales del personaje: su manera de ser, de actuar, su carácter.
Retrato Es una descripción combinada en la que se describen las características físicas y morales de la persona. Une la prosopografía y la etopeya.
Caricatura Es un tipo de descripción en la que los rasgos físicos y morales de la persona se presentan de manera exagerada, acentuando los defectos.
Las palabras del lenguaje humano poseen dos tipos de significado, el denotativo o denotación y el connotativo o connotación.
El significado conceptual (lógico o denotativo), es el significado básico de una palabra tal como aparece definido en los diccionarios; se llama denotación, entonces, al tipo de significado de una palabra que es objetivo. Es el significado universal, el que una palabra tiene para todos los conocedores de una lengua, sin que exista la más mínima discrepancia entre ellos: el que tiene por ejemplo aurora y aparece en el Diccionario de la Real Academia. Se trata del significado tal como se presenta fuera de cualquier contexto. Por ejemplo, aurora denota la parte del día correspondiente a la salida del sol, y es así como se define en los diccionarios.
El segundo tipo de significado se suele contraponer al denotativo y se denomina connotación o significado connotativo. Son significados connotativos todos aquellos valores significativos asociados a un término. Puede tratarse de connotaciones con valor ideológico, afectivo, estilístico, etc. Es el significado personal e individual que una persona concreta le da a una palabra o expresión en contextos y situaciones concretas y no aparece recogido en los diccionarios. Así, por ejemplo, el significado denotativo de aurora puede llevar adheridas para un hablante concreto las significaciones subjetivas de "esperanza", "comienzo de una nueva vida", "iniciación de buena suerte, tras haberla tenido mala", etc. Estos significados subjetivamente añadidos a la denotación constituyen la connotación del vocablo, que no es ni puede ser registrada por los diccionarios. La connotación puede ser producto del hablante en un acto de habla concreto o puede ser de uso general en una cultura dada.
La connotación caracteriza habitualmente el lenguaje literario y en especial el lenguaje del más personal de todos los géneros literarios, la poesía; el poeta emplea palabras con sentidos subjetivamente adheridos. Así, por ejemplo, Federico García Lorca suele asociar la denotación del sustantivo metal con la connotación personal de «muerte».
El significado de la palabra "oso" en lenguaje denotativo se refiere al animal mamífero con garras y en lenguaje connotativo se puede referir a una situación vergonzosa.
Consulta y adaptación de:
La sinestesia
Es una figura retórica que, además de la mezcla de sensaciones auditivas, visuales, gustativas, olfativas y táctiles, asocia elementos procedentes de los sentidos físicos con sensaciones internas (sentimientos). Se la vincula con la enálage —figura gramatical consistente en cambiar las partes de la oración— y con la metáfora, por lo que a veces recibe el nombre de metáfora sinestésica.
Hay precedentes del uso de este tropo ya en la literatura clásica, como por ejemplo Virgilio. En España la utilizaron los escritores barrocos. Pero son los poetas franceses quienes la ponen de moda en la lírica, especialmente durante la corriente denominada simbolismo, que en España apareció subsumida dentro del llamado modernismo literario. Así, por ejemplo, el poeta simbolista francés Arthur Rimbaud creó un soneto dedicado a las vocales, adjudicando a cada una de ellas un color distintivo, y los poetas modernistas como Rubén Darío podían hablar de sonoro marfil o de dulces azules (gusto + vista). En este caso, se trata de una sinestesia de primer grado, ya que son impresiones de dos sentidos corporales diferentes; pero si se asocia la impresión de un sentido del cuerpo no a otra impresión de un sentido diferente, sino a una emoción, un objeto o una idea, se trata ya de una sinestesia degradada o indirecta, o más bien de la llamada sinestesia de segundo grado, por ejemplo, agria melancolía.
Pero es Juan Ramón Jiménez quien la emplea con mayor asiduidad y perfección, al que seguirán después los poetas del 27:
Es de oro el silencio. La tarde es de cristales.
JRJ, Hora inmensa
[…] en el cénit azul, una caricia rosa!
JRJ, Elegías lamentables
[…] por el verdor teñido de melodiosos oros;
JRJ, Elegías lamentables
Las asociaciones sinestésicas favorecen la memorización de conceptos abstractos, al vincularlos con realidades sensibles. Veamos otros ejemplos:
Dos cosas despertaron mis antojosextranjeras no al alma, a los sentidos:Marino, gran pintor de los oídos,y Rubens, gran poeta de los ojos…
Lope de Vega.
Tan vivo está el jazmín, la pura rosaque, blandamente ardiendo en azucena…
Lope de Vega.
En colores sonoros suspendidosoyen los ojos, miran los oídos...
Francisco López de Zárate.
Escucho con los ojos a los muertos…
Francisco de Quevedo
...Y tenía un olor ácido, como a yodo y a limones…
Rafael Sánchez Ferlosio, Industrias y andanzas de Alfanhuí
Una variante es la sinestesia de segundo grado, en la que un adjetivo concreto acompaña a un sustantivo abstracto, como “verde esperanza”, o a un objeto o sentimiento. Federico García Lorca complicó mucho este procedimiento, como cuando escribió en uno de sus Sonetos del amor oscuro:
Corazón interior no necesitala miel helada que la luna vierte
Para información sobre la sinéstecia en psicología:
La sinestesia, del griego συν, 'junto', y αισθησία, 'sensación', es, en retórica y estilística y en neurología, la mezcla de ...es.wikipedia.org/wiki/Sinestesia
Estado en el que una experiencia sensorial estimula otra modalidad de experiencia sensorial (p. ej., un sonido produce la sensación de un color particular).www.psicoactiva.com/diccio/diccio_r.htm
Tropo que consiste en enlazar dos imágenes o sensaciones percibidas por distintos órganos sensoriales. Por ej. "... y tenía un olor ácido, como a yodo ya limones." (Industrias y andanzas de Alfanhuí. Rafael Sánchez Ferlosio, Roma, 1927). ...www.portalplanetasedna.com.ar/diccionario_infrecuentes.htm
Figura retórica que consiste en la descripción de una experiencia sensorial en términos de otra; por ejemplo, "el amarillo olor del cloroformo"www.swarthmore.edu/Humanities/mguardi1/espanol_11/glosario.htm
El proceso de empalmar sistemas de representación caracterizados por fenómenos como ver-sentir o escuchar-sentir, en los cuales una persona deriva sensaciones de lo que ve o escucha.www.pnllearning.com/glosario.htm
HIPERÓNIMOS, HIPÓNIMOS Y COHIPÓNIMOS
En semántica lingüística se denomina hiperónimo a aquel término general que puede ser utilizado para referirse a la realidad nombrada por un término más particular.
Semánticamente, un hiperónimo no posee ningún rasgo semántico, o sema, que no comparta su hipónimo, mientras que éste sí posee rasgos semánticos que lo diferencian de aquél. Por ejemplo, coche posee sólo los semas [+vehículo], [+con motor] y [+pequeño tamaño], que comparte con descapotable, mientras que descapotable posee además el rasgo [+sin capota], que lo diferencia de coche.
Al redactar un texto conviene utilizar hiperónimos para evitar la repetición de palabras empleadas anteriormente, como se hace en el siguiente ejemplo: De repente, un descapotable rojo paró frente al banco. Del automóvil salieron dos individuos encapuchados, mientras otro esperaba en el vehículo.
Por otro lado, la semántica lingüística, denomina hipónimo (del griego: υπονύμιον, que literalmente significa 'pocos nombres') a aquella palabra que posee todos los rasgos semánticos, o semas, de otra más general, su hiperónimo, pero que añade en su definición otros rasgos semánticos que la diferencian de la segunda. Por ejemplo, descapotable es hipónimo de coche, ya que comparte todos sus rasgos mínimos, a saber [+vehículo], [+con motor], [+pequeño tamaño], etcétera, pero añade a estos el rasgo [+sin capota].
Otro ejemplo podría ser:
Hiperónimo: DÍA
Hipónimo: LUNES, MARTES, MIÉRCOLES, ETC.
Para terminar, en relación con las dos categorías antes mencionadas (hiperónimo e hipónimos) la semántica lingüística estableció también la categoría Cohipónimo, que abarca los hipónimos de un mismo hiperónimo. Retomado el ejemplo anterior: LUNES, MARTES, MIÉRCOLES, JUEVES, VIERNES, SÁBADO y DOMINGO son cohipónimos entre si, pues cada uno de ellos es hipónimo del hiperónimo DÍA.
Consultado en:
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Definición de campo semántico
El campo semántico está constituido por palabras y significaciones interrelacionadas de tal modo que el valor de cada una de ellas depende de sus relaciones con los demás. Hay varios criterios para crear un campo semántico:
Alrededor de una palabra se pueden formar un conjunto de expresiones en las que este vocablo significa cosas distintas (tienen algo en común pero su significado es distinto). Por ejemplo:
Pie (de lámpara, de cama, medida, de página)
Unos están relacionados con la forma y otros con el significado y todo forma un conjunto semántico.
Criterio nº2
Una palabra también forma parte de un campo semántico junto a otros términos a los que se opone por suma o resta de rutas diferenciales llamadas SEMAS o RASGOS SEMANTICOS, un criterio bastante objetivo.
Ejemplo: silla, entra dentro del campo semántico de muebles para sentarse y dentro de este campo semántico podemos tener: taburete, sillón, sofá, banco...
Aquí hablamos del criterio de INCLUSION que esta relacionado con el anterior. Se parte de la existencia de los hiperónimos (tipos de clases), hipónimos y cohipónimos. Ejemplo: Hiperónimo, muebles
Hipónimo, silla, mesa, armario...
Cohipónimos: los hipónimos de un mismo hiperónimo son entre si cohipónimos.
Corresponde a la FAMILIA DE PALABRAS, todas aquellas palabras que comparten el mismo lexema o la misma raíz. Ejemplo: Pan, panadero, panadería, etc.
DEBEMOS TENER EN CUENTA ESTOS CUATRO CRITERIOS PARA CONSTRUIR O IDENTIFICAR UN CAMPO SEMANTICO.
Consultado en:
Anáfora, catáfora y elipsis.
La anáfora es la relación de significado que se establece entre un elemento lingüístico de referente múltiple del texto y otra unidad del propio texto, de la misma o de otra oración. Quería estar con Jesús; pero no lo he visto en toda la tarde: El antecedente “Jesús” aparece referido luego mediante el pronombre “lo”.
Cuando el elemento sustituido aparece después del sustituto, hablamos de catáfora: Al final lo dijo: no quería seguir estudiando: El pronombre “lo” anuncia y precede al elemento que sustituye. Tiene valor catafórico.
En consecuencia, los anafóricos y catafóricos son unidades lingüísticas de referente múltiple, que solo pueden interpretarse en relación con -o, a través de- otras unidades del texto, es decir, a partir del cotexto.
Los elementos anafóricos más frecuentes son los pronombres, ciertos determinantes y los adverbios de lugar.
La elipsis viene a ser la anáfora cero. No existe un elemento sustituto del antecedente, pero se interpreta mediante indicios gramaticales:
Alberto levantó la mano en mitad de la reunión y (?) habló con claridad.
[? = “Alberto”]
Mi hermano puso la comida, y yo (?) la bebida.
[? = “puse”]
Consultado en:
MÁS…
Los elementos anafóricos no se refieren directamente a los objetos de la realidad, sino a otros elementos lingüísticos o fragmentos de discurso que aparecieron antes. La anáfora será un elemento lingüístico que remite a otro anteriormente nombrado. Ejemplos:
Tengo frío, pero eso no importa. ('eso' es un elemento anafórico porque tiene como referente un elemento lingüístico nombrado antes: Tengo frío.
Juan no tiene miedo, él se enfrenta a todo. ('él' toma el referente de su antecedente 'Juan'; es decir, su significado depende del cotexto).
Los elementos catafóricos adquieren significado al referirse a otras palabras que aparecen en el cotexto posterior; por lo tanto, la catáfora se produce cuando un elemento lingüístico hace referencia a otro elemento lingüístico que se va a mencionar con posterioridad. Ejemplos:
Lo ha prometido: adelgazará diez kilos en un mes. ('lo' es la catáfora de “adelgazará...”
Los elementos o recursos lingüísticos que permiten establecer relaciones catafóricas o anafóricas son: elipsis, pronombres, adverbios, artículo determinado (proformas gramaticales) y sustantivos y verbos (proformas léxicas).
Sinécdoque
Tropo muy frecuentado en el siglo XVIII que consiste en designar un todo entero por una de sus partes (pars pro toto) o viceversa, pero siempre que ambos elementos se relacionen por inclusión y no, como ocurre con la metonimia, por contigüidad (pars pro parte). Existen como en esta varios tipos:
a) La parte por el todo: vela por nave, alma por habitante, cabeza por animal… “Odia los tricornios” = La Guardia Civil, la autoridad. “Le escribiré unas letras (una carta)”
b) El todo por la parte: “España (el equipo de España) ganó a (el equipo de) Francia”. “La ciudad (sus habitantes) se amotinó”.
c) Palabra más general por la más particular: trabajador por obrero, felino por tigre.
d) El género por la especie: “Bruto” por “caballo”.
e) La especie por el género: “Ganarse _el pan_” por “ganarse la comida”
f) El singular por el plural: “El inglés es flemático, el español colérico”
g) El plural por el singular: “Los oros de las Indias”
h) La materia por el objeto: “Fiel acero toledano” por espada.
i) Lo abstracto por lo concreto “La Caridad es sublime”. “La juventud es rebelde” “Las tropas no respetaron sexo ni edad”
j) El signo por la cosa representada: “Mensaje de _la Corona_” por mensaje del Rey
k) La especie por el individuo: “El hombre (los astronautas) fueron a la luna”
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